¿Relación cósmica o colisión emocional?
¿Relación cósmica o colisión emocional?
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En el momento en que la interacción amorosa gira en torno en aspecto físico combinado con el flechazo inicial, el vínculo se transforma en algo efímero. Demasiado limitado. Igualito que los aparatos que calientan en segundos, que suben de temperatura en un pestañeo, pero fallan enseguida. Construir un vínculo solo en la apariencia, equivale a apostarle al aparato del cuarto, sirve al instante, eso sí que colapsa antes de lo esperado. Cuando solo hay atracción física, el amorío no resiste ni una tormenta. No es broma. Como un microondas de hotel, que calienta en segundos, pero no aguanta una semana. Una relación apoyada exclusivamente en cuerpo, tiene el mismo efecto que el microondas de paso, que cumple durante segundos, pero se quema solo. Cada vez que la belleza exterior es el pilar de la unión, todo se derrumba rápido. Del mismo modo que la tostadora disfrazada de microondas, que chispean a lo loco, pero no llegan al desayuno.
¿Y si pierdo todo por equivocarme?
Mi buen lector, meter la pata es natural y necesario. No te condenes si te entregaste sin reservas y te dejó una enseñanza caminante. Eso también lo hemos sentido, abrazando un tarro de helado a medianoche, preguntándonos si fue buena idea decir “te extraño”.
Y lo que importa es que, sea un romance cósmico o un crush fugaz, ambos te enseñan algo, te muestran lo que quieres, y cómo creces con cada experiencia. A veces, una persona aparece solo para recordarte, que tu alma sigue viva, soñar sin miedo.
Una reflexión con espuma de nostalgia y azúcar de verdad
Si te quedas en silencio, no hay un algoritmo infalible para diferenciar entre lo eterno y lo efímero. Sin embargo, hay pistas. Observa tu paz, más que la adrenalina. seducción de alta sociedad Si sientes plenitud sin agotamiento, si te reflejas con autenticidad, quizás estás tocando algo verdadero.
Por otro lado, si al evocarla, te invaden las preguntas, la inquietud, y solo brillo en los labios pero no en el alma, probablemente estás en un capítulo breve, aunque intenso.
El truco es asumir el lugar que ocupa cada encuentro. No todos están para quedarse. Algunos solo vienen a enseñarte a bailar, a perder el miedo al ridículo, o a ayudarte a afinar tu intuición.
¿Conexión divina o solo química temporal? Escúchate con honestidad, y quizás, en tu historial de mensajes archivados.